Fragmento de viaje
10/01/10 – Nos conocíamos desde hace muchos años pero siempre fue una amistad a larga distancia, por diferentes motivos, coincidimos en la misma ciudad hace tres años, eso nos hizo muy felices porque ambos éramos nuevos en el lugar y no conocíamos a nadie más. A partir de ahí nos convertimos en fanáticos viajeros, no podíamos resistirnos a la idea de conocer algún pueblo aledaño a la nueva ciudad.
Cuando llegamos a Hormigueros me maravilló el color de sus cerros, rojizos como sus ladrillos.
Caminamos para aprovechar la tarde, recorrimos el panteón del lugar que, por ser noviembre, estaba lleno de flores y velas. Incluso algunas criptas tenían ofrendas como botellas de tequila y tamales.
Decidimos ir a cenar, entramos a un lugar muy folklórico, lleno de adornos kitsches y manteles de colores, parecía un