Consejos para Evitar Desertar y Huir de tu Propia Boda
Si eres una novia fugitiva y cancelas tu compromiso matrimonio no presentándote ante el altar el día de tu boda, harás que unas cuantas personas, incluyendo a tu mamá, tus invitados y por supuesto a tu prometido, se enojen contigo.
Sigue estas instrucciones para asegurarte que estás emocionalmente lista para decir "Sí, acepto" en uno de los días más importantes de tu vida.
Mira tu matrimonio con una base sólida para una nueva vida con tu pareja. Abstente de fijarte en pensamientos de lo que podrías extrañar una vez estés casada y en lugar de ello enfócate en los aspectos positivos de tu unión matrimonial.
Comunícate con honestidad con tu prometido respecto a tus temores y estrés que involucra tu nuevo rol como esposa. Es probable que él experimento sentimientos similares, lo cual es normal.
Planifica tu boda según tus propias especificaciones y no las de alguien más. Asegúrate que tus padres y amistades sepan que tienes tus propias ideas acerca de cómo tienen que hacerse las cosas y que mientras tu aprecias sus opiniones, tu opinión y la de tu prometido son las únicas que importan.
Considera tener una boda pequeña en lugar de una ostentosa y enorme celebración. Las bodas grandes y la dedicación que implican en tiempo, dinero y planificación puede generar una cantidad insoportable de estrés absurdo que haga que desees escapar de todo convirtiéndote en una novia fugitiva.
Busca la ayuda de un consejero profesional si te sientes abrumada, deprimida o asustada con tu boda o si tienes pensamientos serios acerca de darte a la fuga. Un consejero te puede ayudar a lidiar con tus sentimientos y decidir si quieres seguir adelante con la boda o no.
Mejor finaliza todo compromiso al menos con un mes de anticipación al día de la boda, en lugar del día mismo de la celebración, si de verdad tienes dudas sobre contraer nupcias.