El Arte del Buen Discurso
Es cierto que algunos parecen haber sido concebidos con una habilidad increíble, pero, a pesar de tener ciertas inclinaciones naturales para hablar en público, si no se la ?trabaja? y mejora, no será más que un talento desperdiciado y con ello un talento inútil.
Es la seguridad, la ausencia de timidez, la actitud influyente y seductora, postura que genera respeto, mirada sostenida, éxito personal y social, dominio del temperamento, e incluso aumento de productividad.
Mientras más personas aprendan a comunicar sus ideas en forma efectiva, adaptando su mensaje de acuerdo a quién está dirigido (al auditorio) el mundo podrá progresar.
Lamentablemente, cada vez hablamos peor, y no enseñamos a las futuras generaciones esta habilidad fundamental.
Conocimiento sin aplicación es conocimiento muerto.
Hablar sin miedo es más importante que el discurso mismo, porque transmitimos lo que pensamos de manera verbal y no verbal , y el oyente notará que algo no anda bien en lo que dices. Además, el miedo paraliza, tara, te obliga a reaccionar en lugar de razonar. Superar el miedo a hablar en público es una aspecto esencial en tu formación como oradora/or.
El miedo es una de las formas que tiene nuestro sistema operativo para hacernos saber que hay peligro y que actúe en consecuencia (que evite esa amenaza). Si no lo sintiéramos, la supervivencia sería muchísimo menos segura. Te digo todo esto porque quiero que veamos cómo, en todos los casos, se trata de un análisis racional en el que nos damos cuenta que tener miedo nos puede salvar la vida.
Hablar en público no es una tarea fácil. Aunque parezca mentira, muchos altos ejecutivos sienten pavor ante una reunión o presentación, pero si se siguen ciertas normas, se puede conseguir una comunicación verbal positiva y con resultados muy satisfactorios, tanto para el orador como para la audiencia.
Voy a mostrarte, prácticamente, cómo eres capaz de