Pre-Adolescencia y Tribus Urbanas
Cuando un hijo se viste de negro, se pinta el cabello, se hace pearcings o escucha ciertos tipos de música, es normal que algunos padres de familia entren en pánico y traten, mayormente por la fuerza, de hacer que el adolescente abandone dichoa habitos. Sin embargo, muchas veces se trata de una etapa en la que el joven está tratando de forjarse una identidad.
Resultaría francamente ambicioso tratar de hacer una taxonomía de todas las tribus urbanas que existen en las sociedades modernas, sin embargo, siempre es posible desmenuzar el fenómeno para tratar de llegar a una explicación del surgimiento de las mismas, de tal suerte que, cuando pensamos en grupos de jóvenes organizados para obtener ciertos fines, siempre llegamos a un elemento psicológico.
Los seres humanos, al llegar a una etapa conocida como pre-adolescencia, inician una transformación en su psique, tratan de generar su propia identidad, alejándose de los esquemas aprendidos en el hogar, es por ello que no estarán en acuerdo con lo que los padres dicen o imponen, llámense reglas o disposiciones de orden disciplinario, tratarán de alejarse del grupo familiar, se está forjando una personalidad y una forma de vida que teñirá su futuro.
En este orden de ideas, podemos decir que el joven se está alejando de un grupo pero, al ser el humano un ser social eminentemente, tratará de integrarse a un grupo que le de ese sentimiento de pertenencia, es decir, que fuera del grupo familiar pueda encontrar sujetos afines que compartan su sentir e intereses y poderse integrar.
En este punto es cuando, dependiendo de los intereses de cada uno de los muchachos y el contexto social en el que se encuentre, habrá de elegir cual identidad social adoptar para integrarse. Esto no es tan malo como se ha considerado por los padres, un punto que no se debe olvidar es que cada uno de nosotros hemos cursado por esta etapa, sólo que el mundo de entonces ya no es el de ahora, el tiempo cambia y es necesario adaptarse a los nuevos retos que las sociedades modernas plantean.
No es necesario pelear por hacer que un hijo se corte el cabello o abandone ciertos elementos que lo identifican con su grupo, recordemos que es solamente una etapa, lo mejor es abrir los canales de comunicación y escuchar lo que quiere decir, no retarlo con prohibiciones sino hacerle razonar y entender que si lo desea absolutamente todo le está permitido y lo puede hacer, pero no todo le conviene.